A través de la tierra española

- ¿Qué tal montar el Pino la proxima vez? - me preguntó Pablo, mientras conducíamos hacia Santander para tomar nuestro ferry de regreso a casa. Era marzo, y todavia era invierno. Me gustó su idea, y tenemos un tándem que sería perfecto. ¿Pero realmente podríamos recorrer una distancia tan grande con él?

Planeamos, hicimos algunas reservas de hotel y unos meses después, partimos.


Es un tándem extraño. El piloto se siente detrás y la otra ciclista, en posición reclinada, se siente al frente. ¡Ir cuesta abajo a veces es demasiado emocionante!


Pasamos cinco dias viajando por Inglaterra, y nos encontramos con amigas en el camino. Tambien tuvimos la oportunidad de prueba nuestros inpermeables.  


Nuestro primer dia de viajar en España fue por un via verde plana con una superficie asfaltada lisa. Cuando llegamos a nuestro hotel, nos encontramos que dormiríamos entre sábanas con ribetes de encaje, al parecer una costumbre cántabra.


Lejos de la costa, la masa continental española se eleva hasta unos 1000 m sobre el nivel del mar formando una meseta ondulada conocida como La Mesita. Estuvimos dos días subiéndolo y seguimos el río Ebro hasta salir de un desfiladero a un altiplano. Estábamos en un gran paisaje de cultivo de girasoles y estaba en una escala que nunca antes había visto. 


Pasamos una noche en la hermosa ciudad de Burgos y salimos de ella por otra vía verde, esta vez con una superficie menos tolerante. Cambiamos a una carretera principal pero apenas había coches, por lo que parecía mucho mejor que una carretera inglesa.



Tuvimos dos dias de lluvia pero luego el tiempo mejoró. Empezamos a ver vides cargadas de uvas, que no se parecian en nada a las versiones retorcidas y muertas negras que vemos durante nuestras visitas invernales.  También percibimos el olor de los cerdos, pero estaban escondidos del sol en muchos graneros largos y ventilados. ¡Ahora puedo entender por qué los supermercados españoles venden tanta carne de cerdo!



Nuestro penúltimo día de viaje fue un desafío en más de un sentido. La temperatura subió de alrededor de 9 ℃ a 30 ℃ mientras descendíamos más de 1000 m por una serie de curvas empinadas. Paramos en la ciudad de Valencia para almorzar y luego continuamos por la costa. Y así, con un viento de cola que se sumó a nuestra ventaja cuesta abajo, recorrimos más de 160 km sin descargar ni una sola batería.


En nuestro último dia, nuestro decimoquinto dia de viaje, recorrimos caminos conocidos hasta un final triunfal en la sombreada calle principal  de Dénia. El viaje habia sido un placer de principio de fin, un viaje que no quería que terminara. Seis dias despues volamos de regreso al Reino Unido, dejando nuestro tándem en España, listos para nuestra próxima visita de invierno, y ahora estoy deseando que llegue nuestra próxima gira. ¡Quizás hagamos la ruta al revés!




Comentarios

Entradas populares de este blog

Tiempos emocionantes

El paseo del corazón de Gales

Dias Cortos